Lunes

Querido lunes, hoy te miro con otros ojos. Quería agradecerte el poder despertarme e ir a hacer algo que, quizá no aprovecho lo suficiente pero si me doy cuenta, me entusiasma y ayuda a construir un futuro bueno y a mi gusto. También agradecerte el levantarme en mi cálida cama con la luz del sol, sin nada que me haga protegerme ni temer. Esa seguridad que yo tengo y llamo normalidad, realmente es algo que se da en un porcentaje muy pequeño de la población que se encuentra concentrada y muy a menudo evita los problemas de la gente lejana a nosotros, esa gente que vive con la «normalidad» de esconderse y sufrir, una barbaridad que desgraciadamente, es así. Y  podemos cambiar el mundo, que nadie nos diga lo contrario. Lo que no podemos es hacerlo aquí y ahora, porque es algo difícil y que requiere mucha gente con voluntad, más aún de lo que hay.

Así que sí, Lunes, gracias por despertarme con ese sonido de mi móvil que aunque diga que odio, sabes que agradezco.

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